lunes, 3 de octubre de 2011

Parque Forestal

El corazón verde de Santiago
Por Paola Castillo
Ya sea para dar un paseo en bicicleta, tomarse un café o visitar una galería de arte, el Parque Forestal se ha convertido en una referencia interesante para los santiaguinos que deseen escapar de la rutina y adentrarse a un espacio valorado por su riqueza cultural.
“¡Qué apague el fuego con el potín!”, dice Mao. Se escucha un estruendo de risas por parte del público. El mago que viste un pantalón azul de antaño y una camisa blanca con tirantes negros, toma el palo con fuego en la punta y trata de apagarlo con su trasero. No le da resultado. “¡Ouch duele! y pensar que hay gente que se gana la vida así” expresa tristemente Mao en medio de un círculo rodeado de familias jóvenes con sus hijos que desde un metro de distancia aprecian el show. Se escuchan risas otra vez y los niños saltan, gritan y juegan por el pasto verde en una tarde de invierno.
Terminado el show las personas se quedan en su sitio disfrutando del paisaje. Es una vista que no se asemeja al resto de la ciudad y distinta gente afirma frecuentarlo para escapar del cemento y el ruido citadino. Este espacio está conformado por 7.000 árboles tales como: araucarias, peumos, ceibos, magnolios y otra gran variedad de plantas que logran ser llamativos para quienes disfrutan de un paseo compuesto por naturaleza y arte. La escultura de Rubén Darío es una de tantas que decora el entorno y que en ocasiones se encuentra acompañada de parejas jóvenes que aprovechan el lugar como recinto de amor.
Cuando se habla del Parque Forestal tiende a relacionarse con la vida artística, pues está cercano al Museo de Arte Contemporáneo y al Museo de Bellas Artes siendo ambos unos de los símbolos más importantes dentro de la historia del arte chileno. Así como también se puede apreciar otro tipo de exposiciones y/o galerías. El Museo de Artes Visuales, ubicado en la plaza Mulato Gil de Castro, guarda en sus instalaciones unas 1.400 obras de 300 artistas diferentes, en las que incluyen pinturas, fotografías, esculturas, gráficas, etc.  También existen otros medios de expresión artística para disfrutar como el Teatro Ictus o librerías que se encargan de ofrecer ediciones tanto antiguas como nuevas.
“El barrio no tiene una arquitectura definida. Yo diría más bien que es eclética pues queda muy poco de lo colonial”, dice Héctor Vergara, presidente de la junta de vecinos del Parque Forestal. Basta con pararse un momento y mirar detalladamente el barrio para darse cuenta que existe una mezcla entre lo moderno y lo clásico. El edificio Merced 84 representa un estilo Arte Deco y fue el primero con un sistema de calefacción y ascensor centralizado, obra realizada por Luciano Kulczewski quien abogaba por una mezcla de estilos entre el Art Nouveau y el neogótico.
La calle Lastarria es definida por sus habitantes como un “pequeño pueblo” pues consideran que aparte de ser un lugar tranquilo se puede conseguir todo lo necesario. Es fácil distinguirlo por su variedad de  cafés y restaurants los que son frecuentados por grupos de la bohemia chilena, además, de resultar atractivo para los turistas. Es ahí donde se encuentran negocios con premios por vender las mejores empanadas chilenas de la ciudad: Café Julio atendido por su dueño, Julio González, quien vive en este sector desde la época de los 60 y define a su café como una conversería, es decir, un punto de encuentro para reunirse a hablar sobre lo que sea sin necesidad de consumir. Otra opción es el café Bombón Oriental, además de ser conocido por sus empanadas también lo es por sus  dulces árabes que se pueden degustar acompañados de un café turco.

Aquí les dejo algunas fotos del fin de semana

















No hay comentarios:

Publicar un comentario